lunes, 30 de mayo de 2011

Diez

Miré unos minutos la puerta y luego me eché en la cama, a los pocos minutos me quedé dormida en un placido y tranquilo sueño del que no quería que me despertaran.
Pero como lo bueno nunca dura, mi despertador sonó, me esperé para que Triana lo apagara, pero como sabia que estaba enfadada conmigo haría lo imposible para fastidiar así que le di un golpe al despertador y lo tiré al suelo escuchando como el cristal se rompía en cientos de trocitos.
-Bea, te lo has cargado-me dijo Triana
-Lo siento- dije sin despegar la cara de la almohada
-Pues levántate ya, hoy Emma dijo que iríamos a pasar el día al parque.
-Yo no quiero ir con ella a ningún lado.
-¿Por qué?-preguntó Triana.
-Porque Dan es mío y no voy a ver como se le acerca.
-Eres una celosa sin remedio- me comentó terminando de vestirse.
-Pues ponte de su parte. Vaya amiga- me levante y me puse a vestirme sin dirigirle una palabra a Triana, me puse unos vaqueros cortos y una blusa de mangas ¾.
-¿Vas a venir?-preguntó Triana mirándome.
-No, iré a casa de los gemelos.
-Creía que habíamos venido a Londres para disfrutar juntas-me replicó ella.
-Creía que eras mi amiga y no te pondrías de parte de Emma-le contesté yo de la misma forma.
-Venga dejemos lo ya-dijo ella.
-Vale-acepté yo.
-¿Vendrás?
-Ni harta de vino-Triana y yo empezamos a reír como locas y escuchamos que alguien llamaba a la puerta.
-¿Podemos pasar?-Preguntó la voz de Justin.
Triana me miró y yo asentí mientras recogía mi cama y mi parte de la habitación.
-¿Ya estáis listas?-Preguntó Dan mirándome
-Yo si- dijo Triana cogiendo a Justin del hombro-Cariño, salimos mientras, ¿vale?
-¿Por qué?-dijo Justin y Triana le dio un zape.
-Tira, anda.
Triana y Justin salieron dejándonos a Dan y a mi solos.
-Odio que estemos peleados-dijo agarrándome de la cintura para voltearme
-Yo también-apoyé mi frente en la suya.
-Perdóname, cariño, yo...-yo le interrumpí con un beso en los labios.
-No, perdóname tú a mi.
Él me abrazó contra su cuerpo y yo le correspondí el abrazo gustosa sonriendo como hacia mucho no lo hacia
-¿Entonces vendrás al parque?-Yo negué con la cabeza
-He dicho que me perdones no que valla a ir al parque-dije con la cabeza daleada
-Terca.
-Mucho.
El rio y me besó, uno de esos besos que te hacen perder la razón del tiempo.

viernes, 6 de mayo de 2011

nueve

-¿Que te ha pasado, pequeña?-me preguntó preocupado.
-Que...quiero...volver
-Relájate, ¿vale?. No puedo hablar ahora mismo contigo pero luego te llamo ¿Vale?
-De acuerdo
Colgué a Iván, me senté en la cama y me abracé las piernas, intentando consolarme a mi misma, sin éxito alguno. No sé porque reaccione así cuando vi a Dan y Emma, bueno antes no lo sabia ahora si.
Solo se que Triana subiría y me pelearía otra vez con ella, aunque sabia que era porque se preocupaba por mi.
Escuché la puerta y la voz de Dan.
-¿Puedo pasar?-Preguntó y yo suspiré.
-Si.
Dan entró sigilosamente, por si yo empezaba a gritarle. Cuando entró, cerró la puerta, se acercó a mi y se sentó en el borde de la cama.
-¿Qué te ha pasado?-preguntó mirando al suelo.
-Los celos me pueden y no me gusta que se preocupen por mi-dije mirando hacia otro lado.
-Deberías de confiar en mí y dejar los celos a un lado -comentó mirándome.
-No sé, Dan, sentí una rabia en el pecho cuando te vi con Emma. No los pude controlar, era involuntario-expliqué aún sin mirarlo.
-Entre Emma y yo no hay nada- lo miré enfadada.
-Lo suponía... eres mi novio
-Nena, yo no quería decir eso así- intentó excusarse pero era lo que me faltaba
-Ya he oído bien lo que as dicho, Dan.
-Bea...-pero yo lo interrumpí...
-Vete de mi habitación-le señalé la puerta
El sin decir una palabra y con la cabeza agachada salió de mi habitación.

jueves, 5 de mayo de 2011

Ocho

¡¡¡¡Oliver Phelps!!!!
-¿Que haces aquí solo?-Pregunté mientras él se sentaba a mi lado.
-Esa pregunta la debería de hacerla yo.
-Me enfade, salí corriendo y me perdí-le sonreí
-Yo tenía ganas de dar un paseo sin alguien idéntico a mi detrás.
Estuvimos hablando de temas triviales hasta que Oliver me llevó a mi casa.
-Ya estamos aquí, bella dama- me dijo jugando.
-Gracias, apuesto caballero-le bese la mejilla y entré a casa rápidamente.
En el salón estaban todos y Triana parecía un león enjaulado. Pase por allí y los miré:
-Hasta mañana- Me dispuse a irme hacia mi cuarto pero Triana me cogió de golpe y me empujo sentándome en el sofá.
-¿Donde has estado?-preguntó enfadada
-Con Oliver- dije yo simplemente.
-¿Y te parece bien irte sin decir nada?-preguntó Rupert.
-No, no me parece bien pero lo hecho, hecho esta-comentó ella.
-Pues no saldrás en un mes- finalizó Bonnie.
-¿COMO?-pregunté atónita.
-Que estas castigada, somos mayores que tú y podemos castigarte- dijo Emma.
-¡¡TÚ A MI NO ME CASTIGAS!!-Le grité a Emma.
-NO ME GRITES -Me devolvió el grito ella.
-TE GRITO SI QUIERO-Le grite acercándome más a ella.
-YA BASTA LAS DOS-nos gritó Dan Yo les eché una mala mirada y subí a mi habitación.
Cuando llegue arriba, cogí mi móvil y llame a mi amigo Iván:
-¿Si?-contestó.
-Iván...quiero...volver-dije entre sollozos.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Siete

Eso no me sentó nada bien, se enfadó por una tontería. Me tumbé y me quedé dormida.
A la mañana siguiente desperté con mucho dolor en el pie. Bajé con mucha dificultad las escaleras y aunque el medico me había dicho que tuviera reposo, eso no iba conmigo.
Cuando llegué al comedor no había nadie y al sentarme en una silla, vi encima de la mesa un papel. Cuando lo leí me di cuenta de que era una nota:
Querida Bea:
Bea hemos salido al cine. Dan no nos dijo porque vino ayer tan enfadado.
No te hemos querido despertar. Daniel dice que estabas tan linda que daba pena hacerlo.
Esperamos que esto no te moleste, dice Dan que tengas reposo y que ni se te ocurra hacer esfuerzos que te conoce.
Ahora te digo yo que no vayas a salir con la bici, patines, correr o algo por el estilo.
En el salón tienes las películas de Harry Potter, así que puedes ver eso ¿Vale?
Tienes la comida congelada
Como se que vas a pasar de lo que te diga, llegaremos a las tres.
Cuidado con el pie
Te quiere mucho
Triana
Mire el reloj, eran las 11 y media.
Subí a mi cuarto y cogí el ordenador. Después de 1 hora con el ordenador, bajé al porche.
Empecé a pensar en muchas cosas: La crisis, Dan, los estudios, Dan y las vacaciones.
No supe cuanto tiempo estuve, solo se que empecé a escuchar risas y cuando giré la cara vi que los chicos venían, pero vi que Dan venia con Bonnie en brazos.
Eso me sentó fatal. Enfadada y para descargar mi furia me puse a hacer el pino, algo muy irresponsable de mi parte, ya que el tobillo me dolía como los mil demonios, pero eso ahora no me importaba, debía de bajar la furia como fuera, hasta que me caí de espaldas y me hice daño.
Entonces las risas pararon y Dan vino corriendo a recogerme.
-¿No te dije que no hicieras esfuerzos y que tuvieras reposo?-Preguntó reprochadoramente.
-Si me lo dijiste, pero no voy a guardar reposo- le contesté. Él me intentó coger en brazos, pero yo no lo dejé. Me puse de pie sola y entré a la casa dejando a todo el mundo helado.
Subí con un poco de dificultad a mi habitación. Cuando lo hice, me tiré en la cama con furia y ahogué un grito de desesperación en la almohada.
Escuché que alguien entraba en la habitación y cerraba la puerta de un portazo.
Cuando retiré la almohada de mi cara, vi a Triana con esa cara con la que nadie la quiere ver. Estaba igual o más furiosa que yo, no dije nada si no me ganaría un gran grito y me dolía mucho la cabeza a causa del golpe. Como vi que no hablaba decidí hablar yo, ganarme el grito, luego un perdón y por último un helado.
-¿Que quieres?-pregunté con voz monótona.
-¿QUE QUIERO? ¿POR QUE TE HAS COMPORTADO ASI,COMO UNA NIÑA MALCRIADA?-yo ya me estaba hartando de ese estúpido mote que me ponía todo el mundo, no soy una niña malcriada.
-No me he portado como una niña malcriada-le dije reprochadoramente.
-¡Si te estas portando como una niña malcriada!¿¡Que te ha dado para decirle eso a Daniel allá fuera!?
-A TI NO TE IMPORTAN MIS PROBLEMAS, TRIANA.
-ERES MI AMIGA, SI ME IMPORTAN.
-PUES NO SON TUYOS, ASI QUE NO TE METAS MAS- Salí de la habitación como alma que lleva el diablo, bajé los escalones en dos en dos, crucé el salón sin dirigirle la palabra a nadie y salí a la calle rápidamente.
Me llevé dos horas andando hasta que me paré en un parquecito. Ya era de noche y sinceramente, me había perdido, no sabia donde estaba mi casa.
Me senté en un columpio y me balancee suavemente pensando en muchas cosas y en lo mal que le había hablado a Triana, pero era verdad, son mis problemas, no los suyos.
Note que alguien se ponía enfrente mía y al levantar la vista vi a…