viernes, 29 de abril de 2011

Seis

Esa noche yo llegué colgada de la espalda de Dan porque me habia torcido un tobillo con los tacones y Triana, Justin, Rupert, Bonnie, Tom y Emma, venían por detrás nuestra partiendose de la risa por mi tobillo.
-¡Oh!, venga ya, dejad de reir- exclamé un poco harta.
-Es que a estado graciosisimo- dijo Triana sin poder aguantarlo.
-Vereís como no es nada- les dije -Dan, sueltame.
-¿Y si te caes?-preguntó preocupado.
-Suelta- le repetí.
Me soltó y en el momento en el que me apoyé en el suelo me caí, el tobillo se me quedó en un angulo muy raro.
-¡¡BEA!! Tu tobillo- dijo Tom cogiendome en brazos.
-Al hospital- dijo Emma.
-¡No!odio los hospitales.
-Me da igual lo que odies, tienes el tobillo lastimado y no tiene buena pinta- dijo Dan cogiendome de los brazos de Tom poniendo uno bajo las rodillas y el otro bajo la espalda.
-Dan, no, por favor- supliqué pero Daniel no me escuchó y me montó en el coche.
Llegamos en cinco minutos al hospital y yo me negué a salir del coche hasta que Daniel me tiró de una pierna y me sacó.
Me cogió en brazos y me metió dentro, donde me sentaron en una silla de ruedas.
-Dan, que no quiero que me toquen el tobillo- dije con mi mejor carita de cachorrito, pero él ni siquiera me miro a la cara.
Yo me crucé de brazos dispuesta a no hablar. Cuando llegó el doctor, me preguntó que me pasaba, yo no contesté, lo hizo Daniel contestó por mi, y me gané una mala mirada suya.
-Veniamos andando y se torció el tobillo, luego quiso andar sola y al soltarla se calló y el tobillo se le quedo en un angulo muy raro.
-Vamos a hacerle una radiografia y veremos si es muy grave- le dijo el Doctor a mi ''querido'' novio.
Me metieron a una sala y después de hacerme unas radiografias, me llevaron de nuevo a la consulta.
El doctor se llevó unos minutos observando la radiografia hasta que al fin habló:
-Pues a sido solo una torcedura pero le vamos a vendar el pie y tiene que tener reposo absoluto- dijo el doctor mirandome mientras yo asentía con la cabeza.
Me vendaron el pie y Dan me volvió a sacar en brazos, pero yo le giré la cara y no le hablé.
Me montó en la parte delantera del coche y la mayor parte del viaje fue en silencio hasta que Daniel, harto de que no le dirigiera una palabra aparcó el coche al lado de un supermercado y me hizo frente.
-¿Porque te portas como una niña chica malcriada?- preguntó sin más rodeos.
-No me estoy portando como una niña chica malcriada- le reproché
-Oh,claro que si,señorita.
-Pues estoy asi porque no me deberias de haber traido al hospital sin mi consentimiento- dije yo.
Daniel arrancó el coche y aparcó al lado de casa me cogió en brazos y sin decir una palabra me subió hasta mi cuarto me dejó en la cama, me hechó una última mirada y salió.

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